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27 abril, 2013

NICOLÁS EN CAMPAÑA



EL AGUJÓN
NICOLÁS EN CAMPAÑA
POR: ARTURO MOLINA
BLOG: TRINCHERA TACHIRENSE
Jarturomolina.blogspot.com
Semanariodigital.com

            La situación del país es de acrecentamiento de la incertidumbre en la población, por razones diversas, y tienen en vilo la paciencia del colectivo social. Elementos como escasez de alimentos; fallas del sistema eléctrico; inseguridad; inflación; la denuncia de fraude electoral y la persecución por pensar distinto, sacuden la opinión nacional, haciendo estremecer la ira, el descontento, la impotencia, y la posibilidad de la protesta como mecanismo de reclamo ante la ineficiencia presente en las actuales autoridades nacionales.

            Una semana cumplió ayer viernes de haberse juramentado el nuevo gobernante, y unos días de juramentado su tren ejecutivo, los cuáles en un 99% vienen de ser gobierno, y conocedores son de la cantidad de problemas presentes, sin solución hasta la presente fecha, haciéndolos responsables de tales carencias, y apoderados directos de la vacilación existente.

            Declarar el sistema eléctrico nacional en emergencia, es muestra irrefutable de lo incipiente del manejó de este tema, desde hace algunos años atrás. Los apagones fueron denunciados en su momento por expertos en la materia como producto de la falta de inversión en el mantenimiento de las redes eléctricas, además del descuido en la preparación de personal calificado para mantener en perfecto estado la electricidad en el territorio nacional; la excusa del saboteo no tiene cabida en la sociedad conocedora de tal ausencia de compromiso y responsabilidad.

            La escasez de alimentos es producto de la desinversión provocada por el gobierno nacional, al establecer la política de expropiación como el mecanismo para quitar tierras productivas y en manos de especialistas, para arengar a través de los medios de comunicación y como propaganda política, la entrega de esas tierras al pueblo, las cuales dejaron de ser productivas, para ser sólo terrenos ocupados, teniéndose ahora a la importación de alimentos como el sustituto, haciendo más dependientes a los venezolanos de otras naciones.

            La seguridad de los ciudadanos es tribuna permanente del colectivo social; los muertos diarios en distintas ciudades del país, parecieran ser suerte de una guerra civil, prolongada en el tiempo, mientras padres, madres, hermanos y demás familiares claman por justicia, permaneciendo esta ciega en años de revolución bolivariana; no se ven los resultados de las políticas públicas diseñadas en esta materia, motivando la duda a cerca de su existencia.

            La torpeza de los sectores “mayoritarios” de la oposición venezolana con el retiro de las elecciones parlamentarias en el 2005, dejo la mesa servida para el control total de las instituciones del país por parte del actual gobierno; se resquebrajo el equilibrio de las mismas, y es evidente su funcionamiento en dependencia con el partido de gobierno y no de los ciudadanos, al extremo de llevar a la inquisición a quienes piensan distinto.

            El canto de fraude en las elecciones del 14 de abril no termina de tocar piso, y quienes deberían ser los más interesados en resolver el dilema y dar tranquilidad a los ciudadanos, se han encargado de acrecentar la duda existente, llevándola al punto de negar en la auditoria la revisión de los cuadernos electorales, lugar señalado por el Gobernador de Miranda, “donde se demuestra el fraude cometido”, generando en algunos de los funcionarios de gobierno y gobernaciones, persecución contra los funcionarios públicos, destacando el amedrentamiento y los despidos, como medida por haber decidido según su conciencia, y no como lo quería el gobierno. Tal acción pareciera ser el desenlace por el desespero reinante en quienes se acostumbraron a gobernar, y no aceptan la disidencia, convirtiendo el escenario en otro apartheid político ocurridos y cuestionados por igual en el mundo.

            Sin embrago, esta no parece ser la conducta de todos quienes son aliados del actual gobierno nacional; tal es el caso del Partido Comunista de Venezuela (PCV), y El Movimiento Electoral del Pueblo (MEP), quienes se revelan ante tal práctica y llaman al respecto a los ciudadanos y de sus derechos consagrados en la Constitución Nacional; caso distinto del proclamado y juramentado presidente, quien aplaude estas acciones al apoyar a Ministros como el de la vivienda, antes que llamarle la atención y destituirlo del cargo por el abuso cometido.

            El nuevo presidente en ejercicio ha llamado a su tren ejecutivo a realizar el “GOBIERNO DE CALLE”; van a conocer de cerca los problemas existentes; oirán a la gente y saldrán en busca de las soluciones; eso dejan ver a través de las pantallas de TV, cada vez en cadena, para evitar la aparición del contrario ante el pueblo; pero en realidad se les olvida la responsabilidad ostentada en cada una de los problemas presentes o es su estrategia hacerlo, para ganar tiempo.

            Tal vez esa estrategia le pueda servir al nuevo presidente para explicarle al país el por qué de cada una de las cosas que se padecen en la actualidad; tal vez les diga: “es culpa del pasado y no de su presente”; tal vez les señale elementos como la inflación por causa de la derecha y no del legado de contrariedades de los 14 años de la inmoralidad; pero lo cierto la vida esta cara y los alimentos no se consiguen, y el “HECHO EN SOCIALISMO”, es una frase publicitaria; pero todo ello claro esta, es necesario hacerlo, pues, Nicolás esta en Campaña.

21 abril, 2013

LA DUDA EXISTE



EL AGUIJÓN
LA DUDA EXISTE
POR. ARTURO MOLINA
Blog: Trinchera Tachirense
Jarturomolina.blogspot.com
Semanariodigital.com
                A ocho días de haberse realizado el proceso eleccionario para elegir al nuevo presidente de Venezuela, y habiendo proclamado el CNE al señor Nicolás Maduro como el ganador de la contienda electoral con un mínimo margen del 1%, se ha generado toda una serie de acciones por parte de los dos principales candidatos en pugna, dado el no reconocimiento del señor Henrique Capriles hacia el ya proclamado y juramentado Nicolás Maduro.

La propuesta del rector del CNE Vicente Díaz, el mismo día domingo 14A, después de ser anunciados los resultados, de que se contarán TODAS LAS PAPELETAS DE LOS VOTOS, por lo estrecho de los resultados y, por la duda de una de las partes, tomo fuerza en su momento, cuando fue aceptada por el señor Nicolás Maduro y por el señor Capriles; para luego ser negada por el comando de Nicolás, y se monto la zozobra existente.

            El forcejeo mediático ha sido la ventana que ha permitido a los venezolanos irse enterando de las decisiones adelantadas en el caso de esas elecciones, partiendo desde los llamados a cacerolear hasta los desafueros de algunos actores del oficialismo por las acciones emprendidas en el sector oposición (ya no mediáticas, sino de puños), como las ocurridas en el seno de la Asamblea Nacional; y  la persecución a los funcionarios públicos, quienes han sido objeto de despidos, y amenazas de revisión de sus teléfonos celulares; negando de esta forma el derecho al pensamiento distinto, y la decisión apegada a la conciencia.

Los resultados electorales deben llamar a la reflexión de los actores políticos en pugna; es un derecho el decidir a quien se elige, para ello la existencia del voto, y no puede en democracia ser objeto de presión por las partes involucradas, incluso por aquellos quienes no participan. La gente tiene el derecho a reclamar con su voto si esta de acuerdo o no con la gestión de gobierno; jamás a que se le etiquete como un ser perteneciente a corriente política en particular, al ser este un acto personalísimo, no de segundos o terceros.

            El pronunciamiento de la presidenta del CNE, el día jueves sobre la aprobación de ese organismo de auditar las 12.000 cajas no verificadas el día de las elecciones , abrió la puerta a la sensatez y a bajar los ánimos exaltados en ambos sectores, para conciliar y rescatar el prestigio del proceso cristalino, pulcro, y de resultados ajustados a el mandato del pueblo; aceptada de inmediato por el señor Henrique Capriles, señalando como suficiente la revisión de esas 12.000 cajas, para demostrar las irregularidades planteadas; pasando luego a convertirse en pugilato por parte de la presidenta y otra rectora del CNE; si dijo, no dijo, se equivocan, no fue lo que se dijo…y pare de contar.


Venezuela no debe entrar en un entramado de dimes y diretes; hay un resultado electoral que en cualquier parte del mundo, donde se tenga vocación democrática, se destacaría como un empate técnico; lo sano, prudente, es facilitar el modo y la manera de dirimirlo, sin perjudicar al colectivo social.

 Hay cientos de reclamos a ser revisados; abrir las cajas de las papeletas; contar los votos; auditar las máquinas, cuadernos y huellas, es el clamor de la mayoría de los venezolanos; si el ganador es el presidente en funciones Nicolás Maduro, que se le reconozca y respete como tal; si es lo contrario, se debe asumir la decisión del pueblo por parte de los actuales gobernantes. No es momento para jugar; no es problema de candidato, es de VENEZUELA: LA DUDA EXISTE.