EL AGUJÓN
NICOLÁS EN CAMPAÑA
POR: ARTURO MOLINA
BLOG: TRINCHERA
TACHIRENSE
Jarturomolina.blogspot.com
E-MAIL: jarturomolina@gmail.com
Semanariodigital.com
La
situación del país es de acrecentamiento de la incertidumbre en la población,
por razones diversas, y tienen en vilo la paciencia del colectivo social.
Elementos como escasez de alimentos; fallas del sistema eléctrico; inseguridad;
inflación; la denuncia de fraude electoral y la persecución por pensar distinto,
sacuden la opinión nacional, haciendo estremecer la ira, el descontento, la
impotencia, y la posibilidad de la protesta como mecanismo de reclamo ante la
ineficiencia presente en las actuales autoridades nacionales.
Una
semana cumplió ayer viernes de haberse juramentado el nuevo gobernante, y unos
días de juramentado su tren ejecutivo, los cuáles en un 99% vienen de ser
gobierno, y conocedores son de la cantidad de problemas presentes, sin solución
hasta la presente fecha, haciéndolos responsables de tales carencias, y
apoderados directos de la vacilación existente.
Declarar
el sistema eléctrico nacional en emergencia, es muestra irrefutable de lo
incipiente del manejó de este tema, desde hace algunos años atrás. Los apagones
fueron denunciados en su momento por expertos en la materia como producto de la
falta de inversión en el mantenimiento de las redes eléctricas, además del
descuido en la preparación de personal calificado para mantener en perfecto
estado la electricidad en el territorio nacional; la excusa del saboteo no
tiene cabida en la sociedad conocedora de tal ausencia de compromiso y
responsabilidad.
La
escasez de alimentos es producto de la desinversión provocada por el gobierno
nacional, al establecer la política de expropiación como el mecanismo para
quitar tierras productivas y en manos de especialistas, para arengar a través
de los medios de comunicación y como propaganda política, la entrega de esas
tierras al pueblo, las cuales dejaron de ser productivas, para ser sólo terrenos
ocupados, teniéndose ahora a la importación de alimentos como el sustituto,
haciendo más dependientes a los venezolanos de otras naciones.
La
seguridad de los ciudadanos es tribuna permanente del colectivo social; los
muertos diarios en distintas ciudades del país, parecieran ser suerte de una
guerra civil, prolongada en el tiempo, mientras padres, madres, hermanos y
demás familiares claman por justicia, permaneciendo esta ciega en años de
revolución bolivariana; no se ven los resultados de las políticas públicas
diseñadas en esta materia, motivando la duda a cerca de su existencia.
La
torpeza de los sectores “mayoritarios” de la oposición venezolana con el retiro
de las elecciones parlamentarias en el 2005, dejo la mesa servida para el
control total de las instituciones del país por parte del actual gobierno; se
resquebrajo el equilibrio de las mismas, y es evidente su funcionamiento en
dependencia con el partido de gobierno y no de los ciudadanos, al extremo de
llevar a la inquisición a quienes piensan distinto.
El
canto de fraude en las elecciones del 14 de abril no termina de tocar piso, y
quienes deberían ser los más interesados en resolver el dilema y dar
tranquilidad a los ciudadanos, se han encargado de acrecentar la duda
existente, llevándola al punto de negar en la auditoria la revisión de los
cuadernos electorales, lugar señalado por el Gobernador de Miranda, “donde se
demuestra el fraude cometido”, generando en algunos de los funcionarios de
gobierno y gobernaciones, persecución contra los funcionarios públicos,
destacando el amedrentamiento y los despidos, como medida por haber decidido
según su conciencia, y no como lo quería el gobierno. Tal acción pareciera ser
el desenlace por el desespero reinante en quienes se acostumbraron a gobernar,
y no aceptan la disidencia, convirtiendo el escenario en otro apartheid político
ocurridos y cuestionados por igual en el mundo.
Sin
embrago, esta no parece ser la conducta de todos quienes son aliados del actual
gobierno nacional; tal es el caso del Partido Comunista de Venezuela (PCV), y
El Movimiento Electoral del Pueblo (MEP), quienes se revelan ante tal práctica
y llaman al respecto a los ciudadanos y de sus derechos consagrados en la Constitución
Nacional; caso distinto del proclamado y juramentado
presidente, quien aplaude estas acciones al apoyar a Ministros como el de la
vivienda, antes que llamarle la atención y destituirlo del cargo por el abuso
cometido.
El
nuevo presidente en ejercicio ha llamado a su tren ejecutivo a realizar el
“GOBIERNO DE CALLE”; van a conocer de cerca los problemas existentes; oirán a
la gente y saldrán en busca de las soluciones; eso dejan ver a través de las
pantallas de TV, cada vez en cadena, para evitar la aparición del contrario
ante el pueblo; pero en realidad se les olvida la responsabilidad ostentada en
cada una de los problemas presentes o es su estrategia hacerlo, para ganar
tiempo.
Tal
vez esa estrategia le pueda servir al nuevo presidente para explicarle al país
el por qué de cada una de las cosas que se padecen en la actualidad; tal vez
les diga: “es culpa del pasado y no de su presente”; tal vez les señale
elementos como la inflación por causa de la derecha y no del legado de contrariedades
de los 14 años de la inmoralidad; pero lo cierto la vida esta cara y los
alimentos no se consiguen, y el “HECHO EN SOCIALISMO”, es una frase
publicitaria; pero todo ello claro esta, es necesario hacerlo, pues, Nicolás
esta en Campaña.