EL AGUIJÓN
LA MUERTE ACECHA
POR: ARTURO MOLINA
Escribir sobre lo que acontece en Venezuela en áreas
especificas como la económica, social, política, es necesario para verter
opinión que se tiene sobre la materia, buscando siempre establecer equilibrio entre
la diversidad de opiniones para no hacer del acto de la escritura una acción
sesgada, acusadora, incompleta en el análisis de los hechos.
Escudriñar sobre causas y efectos, y la reproducción que ella
conlleva en el tiempo, es sin lugar a dudas la revisión exhaustiva de los
elementos que la conforman y sus patologías en la sociedad.
La siembra del odio, el rencor, son elementos presentes en
individuos sin formación, cargados de anti valores, rondando en su mente
pensamientos y acciones contrarias a la Ley, para generar el mal y cobrar con actos
punibles la envidia que se le tiene al contrario, concibiendo replicas en
resentidos sociales, quienes ven la oportunidad de pasar factura, incluso con
la muerte.
La escuela es el centro para la socialización de las
personas, es el lugar de encuentro para compartir sin complejos, asumiendo la
formación para el disentir, comprender, tolerar, producir y aceptar. La familia
es el brazo ejecutor de esa enorme responsabilidad; es la pieza fundamental
para con el ejemplo ser actor único en el accionar de valores.
Los gobiernos y sus gobernantes tienen responsabilidad ante
sus gobernados para facilitar los espacios de convivencia social. El desarme de
la estructura socioeconómica para imponer ideologías a las comunidades,
funcionarios e instituciones, prometiendo terminar con precariedades presentes,
para posteriormente profundizar la brecha existente, conlleva a valerse de la
necesidad de las personas, a utilizarlas, para luego tirarlas al cesto de la
basura, cual objeto en sus manos.
La presencia de padres que regalan a sus hijos; hijos que
odian a sus hermanos; hermanos que se agreden permanentemente con los sobrinos;
sobrinos, padres, hermanos en conflicto con vecinos; madres desesperadas por no
encontrar alimento para sus hijos, medicinas para sus seres queridos, paz,
tranquilidad, sosiego, genera desesperanza y trauma en las relaciones sociales.
Venezuela vive triste realidad. La juventud, docentes en
todos sus niveles y modalidades, enfermeros, médicos y funcionarios de la
administración pública protestan; las necesidades crecen; la vida encarece; la
calidad de vida se esfuma; los asesinatos se incrementan; los empresarios cierran
y el desempleo pulula en las calles, sin dirección, desconcertados.
El régimen se hace el sordo, lleva a la cárcel a la disidencia
y despide a funcionarios, coartando derechos constitucionales; fortalece la
impunidad, aplaude el delito y auspicia la miseria. Cuadro dantesco, desolador,
humillante; carga de anti valores por resentidos sociales, auspiciado a todos los
niveles del régimen para mantener el poder tras el acecho de la muerte.
TRINCHERA
TACHIRENSE: www.jarturomolina.blogspot.com