EL AGUIJÓN
DESORDEN
POR: ARTURO MOLINA
La sociedad venezolana está arrinconada
por el desorden. El régimen muestra las costuras de su incapacidad, o la
fortaleza para destruir el orden y respeto.
Funcionarios públicos
deciden los términos de las contrataciones colectivas de los trabajadores, desconociéndoles
beneficios adquiridos, y llamándolos a querellarse en los tribunales,
demostrando que allí no funciona el equilibrio jurídico y por ende pisotean a
los débiles.
Los asesinos hacen de las
suyas, y en territorio bajo control de las OLP, y estados de excepción, se
llevan de sus hogares a personas, que posteriormente son encontradas por sus
familiares y pobladores en lugares boscosos, EN ESTADO DE DESCOMPOSICIÓN,
porque los organismos de seguridad no fueron capaces de hacerlo.
Gobernantes denuncian
detenciones de funcionarios de la Guardia Nacional, Policía Nacional y Estadal
por contrabandistas, especuladores, mafiosos, pero nadie sabe donde están y quiénes
son los cabecillas de las organizaciones del delito en esos cuerpos de
seguridad.
Bandas armadas con granadas
y armas de alto calibre transitan libremente por distintas ciudades del país,
arremeten y asesinan a funcionarios policiales, y nada se sabe al respecto,
pareciera es la forma de decir “quién manda no es el régimen, es el delito”.
Las construcciones de
escuelas, liceos, hospitales no existe, y si en algunos lugares las anunciaron,
se quedo en eso, en publicidad; en otros las iniciaron, saquearon los recursos
y las dejaron abandonadas, sin nadie quien responda por la negligencia.
En los pueblos más remotos
sus pobladores no consiguen alimentos y medicinas; en los ambulatorios u
hospitales “barrio adentro” no hay insumos. Es el reflejo de lo que padece la
ciudad, y en el campo se siente con rigor la escasez, ya ni semillas para producir
pueden conseguir.
Los militares que se
encuentran al frente del poder, han demostrado hasta la saciedad que no saben
gerenciar. Cada día se suple un civil por un militar, y la rendición de cuentas
es con el atropello a los ciudadanos. Los aviones comprados a los rusos
(tremendo guiso), se precipitan, pilotos mueren y el silencio es de alto rigor.
Guerrilleros colombianos son
escoltados y transportados a otros países en aviones de PDVSA, y el régimen
convoca cadenas de radio y tv, para hablar de magnicidio, golpes y prestamos
mil millonarios a los chinos, menos para dar explicación a los ciudadanos del
abuso cometido.
Los cortes del fluido eléctrico
crecen, como florecen las excusas gubernamentales. Las acusaciones aparecen
nuevamente para escurrir el bulto.
Las colas programadas por el
régimen para que los ciudadanos puedan adquirir productos son kilométricas. La
compras por número de cédula no les dio resultado, y para correr la arruga y
ganar tiempo (que ya no tienen) hoy dicen una cosa, mañana otra, para terminar
diciendo no dijimos nada. Todos unos artistas de la tragicomedia del socialismo
siglo XXI: DESORDEN.
TRINCHERA
TACHIRENSE: www.jarturomolina.blogspot.com