EL AGUIJÓN
PARTIDOS
POLÍTICOS
POR: ARTURO MOLINA
Twitter: @jarturomolina
E-MAIL: jarturomolina@gmail.com
Blog: Trinchera Tachirense
Los
partidos (tradicionales) venezolanos, nacieron al calor del pensamiento
político avanzado de su momento: el comunismo, el socialismo, la
socialdemocracia y el social cristianismo. Surgimiento que trajo el debate
fecundo, y la ilusión por la esperanza a favor del sistema de libertades, democracia,
pluralidad, convivencia ciudadana; con el tiempo, sus formulas políticas y sus
propuestas de desarrollo para el país degeneraron en el pragmatismo absurdo y
rampante, debilitando la credibilidad y confianza dada por la sociedad.
Surgieron
entonces, partidos políticos llamados renovadores, progresistas, alternativos,
pero en el fondo, no han dejado de ser partidos con estructuras ligadas al
esquema caudillista de la historia rural del país, convirtiendo las necesidades
del pueblo en falsas propuestas; apuntalando el populismo como norma para el
quehacer político, o simplemente viviendo de expresiones dadas por la moda
imperante en el momento: lo joven contra lo viejo; lo nuevo contra el pasado;
desvirtuando una historia que es gloriosa, pero dada a las nuevas generaciones
como acción vergonzosa, de la cual hay que desprenderse.
El
esquema de acción sustentado en la vida con sentido, con proyecto, paso a ser
un simple repertorio en las entrevistas o reuniones comunes entre vecinos y
núcleos familiares; se perdió el sentido de la formación, para dar cabida al
ritual ¡para que sirve eso, la cosa es por otro lado!; no por la vía de
fortalecer la conciencia y el pensamiento del hombre, para influir en la mejora
de cómo hacer las cosas.
La
actitud desproporcionada de una clase dirigente, hizo posible el milagro para
ciertos sectores económicos y militares de alcanzar y terminar de controlar la
vida de los venezolanos, a través de falsas promesas, pero meritorias en el
discurso, para la atracción de los llenos de esperanza; aflorando un cambio de
gobierno, que con el devenir del tiempo, dividió a un pueblo entre ricos y
pobres, llegando a generarse el odio jamás registrado en los anales de la
historia moderna de Venezuela.
Es la carta de presentación de esa clase de
gobernantes, amparada en el poder durante más de 14 años, quienes sin hacer un
alto en el camino para revisar la realidad existente, siguen en su abrumadora
ruta de generar pobreza, quitarle a otro lo que ha trabajado y desestimular la
inversión. Gobernantes fabricados para destruir a sus amigos, aliados, y
arrinconar al adversario político, tratándolos como enemigos, buscando
exterminarlos.
El
esfuerzo de la sociedad examinando luces distintas para salir de los abusos,
atropellos, humillaciones, vejaciones, maltratos físicos y psicológicos, presos
políticos, ha sido complicada por la vanidad y prepotencia mostrada por actores
políticos sesgados, iracundos, arrogantes, novedosos en el nombre, pero
plagados de ignorancia y estimulados por el odio y la avaricia para el manejo
de la cosa pública. Pretender desconocer
la realidad, tratando de culpar a otros, (para ganar adeptos), es sumarse a la
postura del gobierno, para descalificar, excluir y piratear.
La
unidad mal entendida ha llevado a exitosos hombres en la vida pública y privada,
a refugiarse en sus hogares; a no poder mostrarse, porque por un lado se los
traga la anti política, la acusación de traidor y, por el otro, la polarización
exitosa, adelantada por el gobierno nacional, como por densos sectores
económicos y políticos, para concretar
sus conveniencias.
Ante
esa realidad y tratando de establecer un mecanismo que inserte la ética y la
moral en el comportamiento de los actores políticos, surge la necesidad de
operar bajo el esquema del ejemplo; ejemplo en el verbo y la acción concreta; apuntando
hacia el logro del desarrollo, crecimiento, prosperidad y felicidad, sin
entregar sus nobles sentimientos e ideales, en el entendido que el respeto trae
respeto, la solidaridad trae solidaridad, y la lealtad hacia sus creencias, le
brinda personalidad.
Es
momento de partidos políticos estructurados con base a las nuevas realidades;
con planteamientos programáticos, económicos, ideológicos; sustentados en la
apertura, el debate, la formación, el trabajo social, para brindar espacios de
lucha sin exclusiones, guillotinas. Partidos políticos capaces de abrirse a
liderazgos diversos, desterrando la práctica del mesianismo o caudillismo. Es momento
del debate cívico, responsable, genuino; debate de ideas, respetando la
voluntad del pueblo.
1 comentario:
Excelente Arturo
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