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29 junio, 2013

PARTIDOS POLÍTICOS



EL AGUIJÓN
PARTIDOS POLÍTICOS
POR: ARTURO MOLINA
Twitter: @jarturomolina
Blog: Trinchera Tachirense

Los partidos (tradicionales) venezolanos, nacieron al calor del pensamiento político avanzado de su momento: el comunismo, el socialismo, la socialdemocracia y el social cristianismo. Surgimiento que trajo el debate fecundo, y la ilusión por la esperanza a favor del sistema de libertades, democracia, pluralidad, convivencia ciudadana; con el tiempo, sus formulas políticas y sus propuestas de desarrollo para el país degeneraron en el pragmatismo absurdo y rampante, debilitando la credibilidad y confianza dada por la sociedad.
Surgieron entonces, partidos políticos llamados renovadores, progresistas, alternativos, pero en el fondo, no han dejado de ser partidos con estructuras ligadas al esquema caudillista de la historia rural del país, convirtiendo las necesidades del pueblo en falsas propuestas; apuntalando el populismo como norma para el quehacer político, o simplemente viviendo de expresiones dadas por la moda imperante en el momento: lo joven contra lo viejo; lo nuevo contra el pasado; desvirtuando una historia que es gloriosa, pero dada a las nuevas generaciones como acción vergonzosa, de la cual hay que desprenderse.
El esquema de acción sustentado en la vida con sentido, con proyecto, paso a ser un simple repertorio en las entrevistas o reuniones comunes entre vecinos y núcleos familiares; se perdió el sentido de la formación, para dar cabida al ritual ¡para que sirve eso, la cosa es por otro lado!; no por la vía de fortalecer la conciencia y el pensamiento del hombre, para influir en la mejora de cómo hacer las cosas.
La actitud desproporcionada de una clase dirigente, hizo posible el milagro para ciertos sectores económicos y militares de alcanzar y terminar de controlar la vida de los venezolanos, a través de falsas promesas, pero meritorias en el discurso, para la atracción de los llenos de esperanza; aflorando un cambio de gobierno, que con el devenir del tiempo, dividió a un pueblo entre ricos y pobres, llegando a generarse el odio jamás registrado en los anales de la historia moderna de Venezuela.
 Es la carta de presentación de esa clase de gobernantes, amparada en el poder durante más de 14 años, quienes sin hacer un alto en el camino para revisar la realidad existente, siguen en su abrumadora ruta de generar pobreza, quitarle a otro lo que ha trabajado y desestimular la inversión. Gobernantes fabricados para destruir a sus amigos, aliados, y arrinconar al adversario político, tratándolos como enemigos, buscando exterminarlos.
El esfuerzo de la sociedad examinando luces distintas para salir de los abusos, atropellos, humillaciones, vejaciones, maltratos físicos y psicológicos, presos políticos, ha sido complicada por la vanidad y prepotencia mostrada por actores políticos sesgados, iracundos, arrogantes, novedosos en el nombre, pero plagados de ignorancia y estimulados por el odio y la avaricia para el manejo de la cosa pública.  Pretender desconocer la realidad, tratando de culpar a otros, (para ganar adeptos), es sumarse a la postura del gobierno, para descalificar, excluir y piratear.
La unidad mal entendida ha llevado a exitosos hombres en la vida pública y privada, a refugiarse en sus hogares; a no poder mostrarse, porque por un lado se los traga la anti política, la acusación de traidor y, por el otro, la polarización exitosa, adelantada por el gobierno nacional, como por densos sectores económicos y políticos, para  concretar sus conveniencias.
Ante esa realidad y tratando de establecer un mecanismo que inserte la ética y la moral en el comportamiento de los actores políticos, surge la necesidad de operar bajo el esquema del ejemplo; ejemplo en el verbo y la acción concreta; apuntando hacia el logro del desarrollo, crecimiento, prosperidad y felicidad, sin entregar sus nobles sentimientos e ideales, en el entendido que el respeto trae respeto, la solidaridad trae solidaridad, y la lealtad hacia sus creencias, le brinda personalidad.
Es momento de partidos políticos estructurados con base a las nuevas realidades; con planteamientos programáticos, económicos, ideológicos; sustentados en la apertura, el debate, la formación, el trabajo social, para brindar espacios de lucha sin exclusiones, guillotinas. Partidos políticos capaces de abrirse a liderazgos diversos, desterrando la práctica del mesianismo o caudillismo. Es momento del debate cívico, responsable, genuino; debate de ideas, respetando la voluntad del pueblo.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Excelente Arturo