EL AGUIJÓN
CONTRATADOS
POR: ARTURO
MOLINA
La estabilidad laboral se ha venido mermando con el concepto
de contratado. Las personas aspirantes a un lugar de trabajo no saben si
permanecerán en el cargo por su capacidad o por su condición de amiguismo o
partidista. Las empresas privadas contratan personal y en un tiempo limitado (tres
meses), si el empleado ha demostrado capacidad, responsabilidad, compromiso y
efectividad en los asuntos dados, pasa a ser un empleado fijo. En la administración
Pública Regional y Municipal sucede lo contrario.
Hay funcionarios en la gobernación del Táchira, a esta fecha
01-02-2014, con doce años de servicio y aún son contratados. Cada inicio de
año, deben apelar a ciertos protectores para la ayuda a la confirmación del contrato,
y es extensivo a todos los sectores de la administración regional. En sectores
de Obreros y Bedeles existe el mayor número de ciudadanos haciendo cola para optar
al cargo fijo, o en espera del reconocimiento a los años de servicio prestados,
para obtener tal condición.
En el sector educación sucede lo mismo; año tras año el
ingreso de personal docente es mediante la figura de contratado, y a la
culminación del año escolar, comienza el corre -corre para ver las
posibilidades de volver a ser renovado el contrato; las evaluaciones a las que
debe someterse por su desempeño laboral, no sabe si serán bien acogidas o
tendrá que pasar la penuria de solicitar auxilio extra.
El pago del salario se hace a destiempo, siendo vistos como
empleados de segunda o tercera categoría. Los educadores contratados y los
fijos, pasan momentos de angustia al recibir sueldos irrisorios con respecto al
alto costo de la vida. Son cientos los educadores que se someten al peligro de
tener que solicitar una cola para llegar a su centro de trabajo, por el sólo
hecho de ahorrar el pasaje y con ello ganar algo adicional para estirar el
sueldo.
Los
gobernantes, cualquiera que sea, deben terminar con esa aberración y establecer
la normativa constitucional, aplicando los mecanismos contemplados para optar a
cargos fijos. La exigencia en la responsabilidad a cumplir por parte del
profesional de la docencia pasa por el respeto dado a estos por el patrono.
La
figura del empleado contratado, según normas vigentes (rebuscadas para sostener
tal aberración), a partir de dos
contratos debe pasar a ser empleado fijo, pero eso no sucede, y allí debe
intervenir la Contraloría, la Defensoría del Pueblo, la Procuraduría del Estado,
el Consejo Legislativo y en consecuencia una obligación del Gobernador y los
Alcaldes.
Brindar
estabilidad laboral, social, y salarios dignos a la función desempeñada, ayuda
a reducir los niveles de angustia de los ciudadanos, y contrarrestaría factores
de comercio ilícito presentes en la frontera tachirense; amén del crecimiento
de la economía informal, desempleo e inseguridad.