EL AGUIJÓN
CRITERIOS
CAVERNÍCOLAS SIGLO XXI
POR: ARTURO
MOLINA
El titulo del presente artículo lo extraje de uno de los
tantos tweets enviados por el dirigente político Claudio Fermín, en la
edificante responsabilidad por educar a los venezolanos en torno a la realidad
presente. La razón hace gala en su comentario al expresar el desbarajuste del
oficialismo de pretender inculpar a sectores disidentes de CONSPIRADORES si
hacen la crítica en territorio nacional o de TRAIDORES A LA PATRIA si la
realizan desde el extranjero.
La
arremetida del gobierno contra la disidencia es desaforada. Las acusaciones
contra personalidades de la vida política van de acuerdo al nivel de odio
presente o el lugar ocupado en la lista preparada. La desarticulada popularidad
de la revolución hace mella en el contexto de los gobernantes, generando
movimientos nerviosos en la toma de decisiones. La corrupción institucionalizada
y el desempeño mediocre de las funciones gerenciales les explotan en la nariz y
recurren a la bajeza para defenderse de las acusaciones provenientes de propios
y extraños.
La
manipulación de las instituciones es adelantada por la ausencia de criterios
profesionales y legales de quienes tienen responsabilidad de preservarlas. La
Fiscal General declara a los medios y actúa según el lineamiento dado por el
Ejecutivo, e igual faena realizan el Tribunal Supremo de Justicia, Contraloría
General de la República, Defensoría del Pueblo, Consejo Nacional Electoral;
cualquier alegato les sirve para intentar evitar ser vistos como arrastrados,
evocando normas inexistentes, pero ajustadas a sus interpretaciones abusivas.
La
intención del Gobierno de callar la protesta y disimular la conflictividad por
la vía del monopolio comunicacional, no han podido lograrla. Mantienen privados
de libertad a dirigentes políticos, ex jueces, ex policías y ciudadanos común y
corriente para generar miedo en la población, pero en respuesta pierden
audiencia y respaldo. El extinto presidente engatusaba a la gente con sus
“novedosas ideas”, y ante el fracaso son ahora las ideas del señor Giordani y
nadie más, entrando en el fango del descredito y el revanchismo.
Venezuela
requiere de hacer política en serio, con ciudadanos responsables; comprometidos
en facilitar la participación del colectivo social en los grandes y pequeños
proyectos para la reconstrucción del país, y avanzar en cambios políticos
sustanciales. Dirigentes con capacidad y tolerancia, para deslastrarse de agitadores,
inexpertos y comisarios políticos, que pululan en los pasillos de la
mediocridad del gobierno nacional con criterios cavernícolas del siglo XXI.
@JARTUROMS1
www.jarturomolina.blogspot.com