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06 febrero, 2015

JUEGO DE ESTRATEGIAS

EL AGUIJÓN
JUEGO DE ESTRATEGIAS
POR: ARTUROMOLINA

El clima económico nacional ha generado variedad de acciones en los diferentes frentes del activismo político del oficialismo. Las estrategias son el caldo de cultivo diario, para establecer su preeminencia ante los conflictos existentes.

El régimen apela a la maniobra de distracción y lanza variados escenarios que le permitan ser vistos como amables, respetuosos, dispuestos a cosas buenas. Anuncian la libertad de algunos presos políticos, a quienes incluso, les han dejado en estado de salud precaria, teniendo que salir uno de ellos a buscar ayuda en el exterior, amén de estar privados de libertad por ser adversarios al dictador.

La salida repentina del país del militar de apellido Salazar, hombre de confianza del finado y del actual presidente de la Asamblea Nacional, los tiene con los cabellos enredados. Los pajaritos han emergido de su nido para cantar libremente las canciones acumuladas durante el tiempo de servicio y se han puesto a las órdenes del Departamento de Estado Americano, en sus investigaciones sobre narcotráfico en suelo venezolano.

Los cuentos de la abuela se escuchan con profunda meditación. Del país expulsaron años atrás a los funcionarios de ese departamento norteamericano (eran tiempos del finado), y la música tocada era “fuera el imperio”. Ahora se entiende la cosa, y el fin está claro, hacer del país un narco estado. Tiempo tiene oyéndose del tal cartel de los soles, y de la conformación del mismo a nivel internacional, de los cuales ya empiezan a aparecer nombres en los medios de comunicación privados, porque en los del gobierno ni en sueños.

La calle se calienta día a día y el régimen apuesta a una locura para decretar el estado de excepción y suspender garantías constitucionales; eso les permitiría ganar tiempo y cambiar el rostro por la fuerza, del fracaso de su revolución siglo XXI, apelando en consecuencia (una vez más) a la llamada “guerra económica”. Invocan el lado emocional de la gente y se burlan de ellos. Para hacer ver que tienen razón, se roban la mercancía de los establecimientos comerciales privados, se llevan presos a los empleados y les acusan de acaparadores y de ser responsables de las colas. Con el pueblo padeciendo hambre por la escasez generalizada, y el régimen hace fiestas para terminar de destruir al sector privado, pero igual hay quienes les aplauden.

Hay nervios a granel en el sector oficial. 2015 es año electoral, se elegirá nada menos y nada más la nueva Asamblea Nacional. Escenario de suma importancia para dilucidar la situación del país. Perder la mayoría sería catastrófico para ellos, o para la diversidad opositora, por eso inducen la posibilidad del adelanto de las elecciones, cosa que no sucederá, pero que en todo caso, deben realizarse a más tardar en el último trimestre del año. Las de 2005 fueron en el mes de septiembre.

El juego de estrategias seguirá sonando en los días por venir; las del oficialismo son de desespero;  las de la pluralidad opositora andan en lancha con motor averiado. De ello hablaremos la próxima semana. Mientras tanto, el régimen destruye el sector productivo, genera hambre en el pueblo y pretende tapar su corrupción con paños de agua tibia. Ahora se apropian de terrenos privados, y ofrecen grandes construcciones habitacionales, cuando en realidad no han podido ni siquiera administrar las empresas cementeras, antes regentadas por el sector privado, ahora en manos del dictador.

@JARTUROMS1                                              jarturomolina@gmail.com
TRINCHERA TACHIRENSE: www.jarturomolina.blogspot.com

03 febrero, 2015

FALSAS CELEBRACIONES DEL 23 DE ENERO

FALSAS CELEBRACIONES DEL 23 DE ENERO

Por Claudio Fermín

Comenzando el año 1958 la protesta contra la dictadura de Marcos Pérez Jiménez fue general. Los muertos, los desterrados y los presos los habían puesto Acción Democrática y el Partido Comunista de Venezuela a lo largo de diez años. Pero el país, a fuerza de golpes y frustraciones había tomado conciencia de la gravedad del asunto. Otros partidos se sumaron a presionar y reclamar por la Democracia. Y al final, los políticos ya no estaban solos en esa lucha.

La Nación toda alzó su voz y se movilizó contra los intentos continuistas de los violadores de los Derechos Humanos. Los estudiantes fueron a la calle. Los militares se alzaron. El Colegio de Ingenieros, la Asociación de Periodistas, la Iglesia, las federaciones obreras y los empresarios, se unieron en un solo hombre para derrocar al dictador. El 23 de enero Pérez Jiménez huía, echado por un pueblo que lo repudiaba.
Quedaba así depuesto un régimen que mantuvo campos de concentración, que reprimió inclementemente al pueblo, que hizo de la tortura su marca de identidad, que asesinó dirigentes sindicales, agrarios y políticos que reclamaban democracia. Que instauró un sistema sanguinario.

Son falsos los torturadores de hoy, los encubridores y promotores de asesinos de estudiantes y de manifestantes quienes marchan por las calles celebrando el 23 de enero.

Esa jornada de 1958 fue contra verdugos como ellos.

La chispa final fue la convocatoria de un plebiscito que tuvo lugar el 15 de diciembre de 1957. Una vulgar maniobra de Pérez Jiménez para reelegirse. Eliminó de un plumazo las elecciones que debían efectuarse para esa fecha y se declaró ganador. Sobre esa trampa electoral que repetía violaciones a la Constitución, usurpación de funciones, alteración de resultados y engaños a los electores, como había ocurrido en 1952, el dictador blindaba su poder.

Son falsos también quienes hoy elogian el 23 de enero de 1958 y no son más que delincuentes electorales, tracaleros que amañan registros de electores, hacen del voto asistido un mecanismo de coerción, otorgan miles de miles de cédulas de identidad a extranjeros para disponer de un electorado cautivo, dirigido y controlado por el partido de gobierno. Es un engaño que quienes han hecho de la trampa en las elecciones su código de viveza y mantienen un sistema institucionalizado de ventajismo en el Consejo Nacional Electoral pretendan mostrarse como admiradores de una fecha cuyo origen es la protesta contra un fraude electoral.

La rosca militar depuesta no se quedó tranquila en 1958. Estaban perdiendo el poder. Se levantaron, con el general Jesús María Castro León a la cabeza, contra la Junta de Gobierno presidida por Wolfgang Larrazábal reclamando la eliminación de Acción Democrática y del Partido Comunista. Exigían instaurar la censura previa y un gobierno tutelado por las Fuerzas Armadas. En fin, querían el regreso a la dictadura.

Después, instalado el gobierno electo por el pueblo, se alzaron Castro León y Moncada Vidal en la frontera con Colombia. Ese mismo año terroristas internacionales atentaron contra la vida del presidente Betancourt. Se sublevó Edito Ramírez desde la Academia Militar en febrero de 1961 y el 25 de junio de ese año grupos militares se alzaronen Barcelona. Todos empeñados en desconocer la voluntad del pueblo.

Año luctuoso el de 1962. Causaron más de 500 muertos y 1000 heridos en los alzamientos dirigidos por Molina Villegas, Vegas Castejón y Fleming Mendoza enCarúpano y por Ponte Rodríguez, Medina Silva y Víctor Hugo Morales en Puerto Cabello. Insistían en otro modelo de dictadura militar, reconstruir el oscuro mundo de privilegios a su favor,asociados con intereses extranjeros.

Es de farsantes que los personajes más conspicuos del militarismo que desgobierna a Venezuela desde hace dieciséis años estén al frente de los actos de celebración del 23 de enero. Ese fue un movimiento que construyó un gran frente democrático para impedir el regreso del militarismo, de gente como ellos.

El espíritu unitario que sirvió para derrocar la dictadura fue el hilo que cosió las costuras de partidos políticos antes enfrentados y los unió en defensa de la Democracia. Betancourt logró algo inédito: los perdedores gobernarían junto al ganador de las elecciones de 1958 y los demócratas se unirían para recuperar el país. Eso fue el Pacto de Puntofijo: un compromiso colectivo por hacer respetar los resultados electorales, por gobernar conjuntamente alrededor de un programa previamente acordado.

Empresarios y trabajadores fueron llamados por el gobierno para integrar directivas de empresas del Estado y de institutos públicos. Se dio inicio a la cultura de la tripartita. Fue un gobierno de inclusión.

También por eso es una grosera simulación que el militarismo de hoy, sectario y arbitrario, excluyente y promotor del odio entre trabajadores y empresarios, ande pavoneándose por las calles celebrando el 23 de enero, cuando esa jornada de 1958 fue una de amplitud, de cooperación y de fraternidad, no de discriminación y de exclusión como “la lista de Tascón”, los cierres de empresas, las invasiones y expropiaciones selectivas, la promoción del odio social y del partido único en desmedro del legítimo derecho a la participación política de todos los venezolanos.

El 23 de enero de 1958 fue una jornada de la democracia contra el militarismo. Fue el triunfo de la amplitud de los partidos políticos, en transparente muestra de civilismo, contra el espíritu sectario de quienes hacían de dueños del poder. Fue un momento de ejemplar convivencia y solidaridad entre empresarios y obreros para acordarse en estrategias y acciones de crecimiento de la economía. Fue el inicio del consenso como método en la toma de decisiones públicas.

El 23 de enero estuvo sustentado en premisas filosóficas y éticas diametralmente opuestas a las que han servido de fundamento a los gobiernos de Chávez y Maduro. Por más que intenten falsificar la historia y hacer política a punta de propaganda y lavado de cerebros, lucen como intrusos en una celebración que siempre será una bandera contra el militarismo, la corrupción, la violación de los derechos humanos y el espíritu sectario en la política.

claudioefm@gmail.com

HAY QUE CAMBIAR YA

HAY QUE CAMBIAR YA

Por Claudio Fermín

Bajaronlos precios del petróleo. Las reservas internacionales muy disminuidas desde antes. No hay producción ni dólares para importar. El desabastecimiento es la orden del día y cada pueblo es una cola. La deuda externa es escandalosa. La matazón sigue en todas partes. El gobierno sigue en la inercia.

Venezuela se desmorona a una velocidad pasmosa y Maduro anuncia que seguirá haciendo lo mismo. Acusa a otros de una conspiración contra la economía y es él quien controla el Banco Central, maneja a su antojo el presupuesto, decreta las leyes económicas mediante la habilitante, controla la asignación de divisas, confiscaindustrias y expropia fincas.

Hace todo sin control. La Asamblea Nacional es eco de sus baladronadas. Repiten a placer mentiras y disparates. En vez de asumir rectificaciones necesarias con leyes valientes, le siguen la corriente y abren una investigación contra el supuesto golpe económico.

Maduro no asume responsabilidad alguna por miedo a las consecuencias políticas.No sabe qué hacer. Hasta el aumento de la gasolina se lo pelotea a los demás y convoca un debate nacional para así repartir la paternidad del aumento.

Al país hay que sacarlo del foso ya. Cada día que pasa son más familias enlutadas por el malandraje o porque no hay medicamentos para tratar la gravedad de los pacientes. La pobreza y la indigencia siguen creciendo. Cunde la desesperación, los conflictos se incuban y la explosión está a la vuelta de la esquina. El país está al garete.

Hay que cambiar ya el modelo económico y político.

Hay que estimular la producción con incentivos a la inversión, con respeto absoluto para la propiedad privada. Hay que revertir las expropiaciones de las empresas de las que el Estado se apropió para nada y devolver a sus dueños centenares de fincas para que las pongan a producir.

Nadie puede producir ni vender por debajo de lo que los productos le cuestan. Nadie trabaja a pérdida. Sobran controles caprichosos.
No hay dólares porque los controla el gobierno. El control de cambios ha traído corrupción. Unos pocos se enriquecen con los dólares y el país se arruina.

Basta de compras de armas que exprimen el erario y enriquecen a la cuerdita. Basta de regalar el petróleo y de gobernar con los sobrinos y los guardaespaldas. Hay que llamar a gente preparada.

Hay que tratar a Venezuela con seriedad.