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18 septiembre, 2015

DESALIENTO

EL AGUIJÓN
 DESALIENTO
POR: ARTURO MOLINA

La espiral desalentadora ensamblada desde el alto régimen contra la sociedad venezolana, involucra directamente y sin vergüenza alguna, a funcionarios que estando al frente de instituciones que en el papel deberían asumir la defensa de los ciudadanos, actúan en sentido contrario, y no es de esperarse otra actitud de quienes han representado al oficialismo en cargos gubernamentales, llámense diputados, ministros, gobernadores, y ahora Contralor, Defensor del Pueblo, CNE, Fiscal General, TSJ…

Oír al Defensor del Pueblo decir que el joven Coello es un prófugo de la justicia por no someterse a la penuria e injusticia establecida en el sistema judicial nacional, es el resultado de funcionarios lame botas, arrastrados ante la ausencia de criterio y personalidad. Son esos burócratas quienes asumen la obediencia a ciegas para alterar la paz y tranquilidad del núcleo familiar y la sana convivencia social.

 Leer la carta de la madre del joven Coello, dirigida con sentido ético y moral al defensor del puesto, es un respiro tranquilizante de honestidad y buenas costumbres. Desenmascara al analfabeto y alienta y fortalece a los ciudadanos para no decaer ante la arremetida del régimen y sus secuaces.

Oír al señor Vicente Bello, “flamante representante de la oposición oficialista ante el CNE”,  decir que ese organismo juega sucio, es noticia trasnochada. Mucho se ha denunciado al respecto. Jamás el CNE ha jugado limpio, por el contrario, se les ha facilitado el escenario para accionar como mejor les parezca. La arbitrariedad y la violación a la norma establecida en la Constitución (artículo 188), la han esparcido en la institución con el visto bueno de un sector de la oposición. Han jugado al beneficio particular en contra de las mayorías, las regiones y la descentralización.

La inflación arropa los hogares venezolanos; la escasez y la miseria crecen. Las mafias de alimentos, medicinas, repuestos, gasolina, entre otros, hacen de las suyas con el beneplácito gubernamental. Por las calles deambulan madres y niños pidiendo para comer. El régimen distrae, genera conflictos, cierra fronteras y decreta estados de excepción para intentar suspender elecciones. La deuda interna y externa venezolana asciende exageradamente. El precio del petróleo se esfuma. La cárcel es el escenario de albergue para la disidencia.

El miedo pretendido por el oficialismo no termina de encontrar asidero en los ciudadanos. El desaliento provocado por el régimen se transforma en aliento para la familia. Los juicios amañados contra los estudiantes y dirigentes de oposición son seguidos de cerca por los pobladores. La lucha a favor del sistema de libertades, la seguridad ciudadana y contra la corrupción es permanente en la mayoría de los vecinos. Quebrar la polarización, es romper el desaliento y apostar por más y mejor democracia.
                      @JARTUROMS1                                jarturomolina@gmail.com

               TRINCHERA TACHIRENSE: www.jarturomolina.blogspot.com