EL AGUIJÓN
EL ORDEN VOLVERÁ
POR: ARTURO MOLINA
@JARTUROMS1
Venezuela es el reducto de las conductas agresivas de sus
gobernantes. El desorden se muestra con total amplitud en el contexto nacional.
El imperio de la injusticia mueve las aguas confusas y genera avaricia,
corrupción, desesperanza y cólera.
Los ciudadanos entran en estrés permanente. Cualquier palabra
que se cruza termina en improperios y golpes. No hay lugar para el debate,
reencuentro, respeto y tolerancia.
El deshonesto pretende incorporar marramucias para doblegar
al honesto. El país de principios y valores se desvanece para dar cabida a los
anti valores. Hay ausencia de identidad y sentido patrio. Se pisotea la
dignidad ciudadana, al conjuro de la risa y el populismo. Cada ladrón juzga por
su condición.
Venezuela es el espacio del conflicto. No hay lugar para ir
al cine, teatro u otra distracción cultural. Los padres no pueden llevar a sus
hijos al parque, ya no es de fiar. El deportista no puede salir a entrenar con
sus implementos deportivos, porque en el camino se los pueden robar. Todo es zozobra,
angustia, malestar.
Las casas de habitación ya no son seguras, cualquiera puede
entrar, agredir, amordazar, amenazar, secuestrar y asesinar. Las armas están en
manos de delincuentes. La mayoría de los ciudadanos claman por las correcciones
a tales desviaciones.
Los hospitales no tienen insumos, los pacientes mueren, al
igual que los neonatos. No hay medicina para aliviar la enfermedad, el dolor enluta
y transforma el ambiente familiar.
Los salarios no alcanzan. La inflación es descomunal. La súper
devaluación del bolívar quebró el poder adquisitivo de los venezolanos. El
hambre crece y las protestas no se hacen esperar. Los saqueos toman cuerpo y en
las colas para conseguir alimento la gente se comienza a confrontar.
El oficialismo convierte el país en cárcel para sus
ciudadanos. Cierran la frontera con la excusa del contrabando y lo paramilitar,
y los resultados son desalentadores. Ya no se puede viajar, las aerolíneas se
retiran, no ven seguridad personal ni jurídica. El régimen no cancela las
deudas contraídas.
EL PSUV pretende imponer el control social basándose en la
necesidad alimentaria de las familias. La estrategia gubernamental de
arrodillar a los ciudadanos va a fracasar. La lucha Constitucional en pro de la
libertad y los Derechos Humanos va a derribar el imperio del desorden. El orden
volverá.
ARTURO MOLINA.