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08 julio, 2017

QUE NO CALLE, LA CALLE

EL AGUIJÓN

QUE NO CALLE, LA CALLE

POR: ARTURO MOLINA
@JARTUROMS1

El régimen entró en pánico al saberse despojado del apoyo popular. Perdieron la capacidad de actuar mesuradamente y atacan, agreden, humillan y secuestran a todo disidente con armas, prisión y amenazas. Desde expresiones cargadas de enfrentamiento bélico, hasta la repetición de la traición se hacen patentes en cada salida pública (pero en privado) de los representantes de la dictadura del oficialismo.

El secuestro de las Instituciones del país ha llevado al régimen a creer que pueden hacer lo que mejor les parece sin ser sancionados. Los jerarcas ilegales del Tribunal Supremo de Justicia una vez más asumen responsabilidades que no les corresponde en franco desconocimiento de decisiones ya tomadas por el  Poder Legislativo y nombran Vice Fiscal a una de sus allegadas, quien dando muestras de sus habilidades histriónicas (pero mal preparada), ha puesto la torta y la convierten en el hazme reír para Venezuela y el mundo. Los payasos existen para alegrar la vida de las personas, del lado del oficialismo lo entienden en sentido contrario (como todo lo que hacen) y ellos son felices generando amargura y lagrimas.

La crisis económica y social no cesa en su crecimiento (es lo único que ha crecido en el socialismo siglo XXI), ya un dólar del nuevo DICOM está por el orden de los 3.000 bs, y el paralelo lograron bajarlo de 8.000 a 7.600 bs, toda una proeza revolucionaria. En cualquier momento sale el señor Nicolás Maduro bailando (por cierto lo hace muy mal), porque un cartón de huevos alcanza los 14.000bs; un kilo de arroz los 8.000bs; un litro de aceite los 15.000bs, y ni hablar del pollo, la carne, enlatados, verduras,  azúcar, panela, medicinas, repuestos, calzado, pasajes, ropa, cemento, cabilla, viviendas, carros… y pretenden engolosinar a los ciudadanos con pírricos incrementos, que realmente buscan es terminar de sacar de juego a la empresa privada, para imponer la dependencia y el control social de las personas a sus pretensiones totalitarias.

La pírrica libertad que da el régimen a los secuestrados políticos pretende ablandar la protesta, pero la realidad es otra. La calle exige cambio de gobernantes; libertad plena a todos los secuestrados políticos y a los 30 millones de venezolanos a quienes arbitrariamente se ha dado casa por cárcel; elecciones generales libres; solución al desabastecimiento, inflación e inseguridad ciudadana. Cárcel para los asesinos de los jóvenes y estudiantes (militares, civiles y paramilitares) y para los corruptos. Repatriación de los bienes que saquearon del país los robolucionarios.

No son las balas las que se van a imponer en Venezuela, son los votos, y por ello el llamado de la Asamblea Nacional a la Consulta Popular del próximo domingo 16 de julio tiene descontrolado al régimen. No les va a servir para nada que organicen “simulacro” de la farsa constituyente para ese día, porque se van a encontrar con millones de demócratas en las calles expresando su voluntad de cambio, apegados a la Constitución Nacional.

La consulta popular a realizarse el domingo 16 de julio, es constitucional (art. 5, 62, 70, 71, 187-4, 333, 350). Convocada y organizada por la Asamblea Nacional (carácter plebiscitario), y será vinculante para esta institución, para activar lo consultado a los ciudadanos mediante las tres preguntas planteadas (1. Rechazar la realización de constituyente ilegal; 2. Demandar a FAN y funcionarios públicos obedecer y defender Constitución vigente; 3. Aprobar se proceda a la renovación de los poderes públicos, elecciones libres y transparentes, y conformación de gobierno de unión nacional para restituir orden constitucional), de las que serán garantes los RECTORES DE LAS PRINCIPALES UNIVERSIDADES DEL PAÍS.

La consulta popular del domingo 16 de julio activa el voto ciudadano en rechazo a la pretensión comunista-fascista del régimen con la imposición de la farsa de constituyente revolucionaria. Es la desobediencia de la sociedad a instituciones que destruyen y desconocen la República. Es la suma de voluntades sin color político partidista a favor del rescate de los valores y principios democráticos. Que no calle, la calle. Allí nos vemos.

ARTURO MOLINA
jarturomolina@gmail.com

www.jarturomolina.blogspot.com