EL AGUIJÓN
ES
MOMENTO PARA EL DESPERTAR CIUDADANO
POR: ARTURO
MOLINA
@JARTUROMS1
Después de setenta y ocho
días sin realizar el ejercicio de la escritura para plantear mis puntos de
vista sobre el acontecer político, económico y social de Venezuela, he decido
retornar a mi blogger Trinchera Tachirense, para retomar mis opiniones,
respetando siempre las ajenas.
La crisis venezolana se
acrecienta, y esa es la ruta trazada por el actual régimen de corte militarista-comunista-dictatorial
del siglo XXI: la del hambre y la miseria. A diferencia de algunas opiniones de
quienes critican posturas ideológicas para asociarlas a los males que padece la
República, tratando de culpar a otros de lo que ha sido su propia responsabilidad,
no dejo hueco en mi ideal, y abiertamente expreso que soy socialdemócrata.
Venezuela se mueve en
aguas turbulentas desde hace décadas. Los últimos dieciocho años, son la
muestra de la decadencia, el desvío y la desarticulación de valores, ausentes
en programas y políticas públicas serios, direccionados a engrandecer la
República, en esto que la minoría llama revolución. Al contrario, es evidente la
entrega que a toletes hace del territorio venezolano el actual régimen a
factores extranjeros.
El año que recién comienza
(2018) trae consigo la elección del nuevo Presidente de la República, y en la
esfera de la centralización forzada que impone el régimen, pasa a ser la de
mayor importancia entre las que se han realizado, y las que restan por
realizarse. Para quienes vemos la descentralización como la vía para producir cambios
profundos en el país, la elección de liderazgos locales y regionales, son de
primer orden, pero hay camino por recorrer y conquistas por realizar, para
avanzar a ese escenario, que en todo caso no está lejos de consolidarse.
La alternativa democrática
debe presentar sus liderazgos ante la opinión pública nacional. Los partidos políticos,
sociedad civil, gremios, asociaciones, tienen el merito y derecho de postular a
sus representantes. Lo importante es debatir y aprobar el método de selección
del candidato que va a representar la corriente del sistema de libertades.
Liderazgos de la talla de Henry Ramos Allup, Claudio Fermín, Eduardo Fernández,
Ramón Guillermo Aveledo, Antonio Ledezma, no tienen porque ser desechados, para pujar en la
opinión pública una confrontación entre los dirigentes de partido “tradicionales”
vs Leopoldo López, Enrique Capriles, Maria Corina Machado, Henry Falcón como “no
tradicionales” o “modernos”, en una especie de laboratorio, que pareciera es para favorecer al régimen.
Aunado a ello, se suma
la posición de factores que desean el poder y presentan el nombre de figuras
como las del empresario Lorenzo Mendoza, pero cometen el error de sumarse a la anti
política y descalifican a los demás aspirantes para obtener apoyo, olvidando
que en el contexto actual, todos son necesarios.
Venezuela requiere de
unión de sus dirigentes y clama por la elección de un líder que encarne el sentimiento
de cambio y genere esperanza en los venezolanos para restablecer la sana
convivencia social, en franca distancia del odio sembrado por el sistema
militarista-comunista-dictatorial a través de la manipulación.
Se requiere de un líder
que marque el camino con un programa consensuado. Cero mesías. Es momento para el
despertar ciudadano.
ARTURO
MOLINA