EL AGUIJÓN
EN
VENEZUELA SE HABLA VERDE
POR: ARTURO
MOLINA
@JARTUROMS1
El país con mayores
reservas de petróleo, habla verde, y no precisamente para formar cultura ecológica,
o porque recibe grandes cantidades de ingresos en dólares, es simplemente para
transmitir su realidad económica. En establecimientos comerciales nacionales,
grandes o pequeños, se lee a su entrada “se reciben pesos o dólares”, y si en el
tiempo la crisis se sigue profundizando, se leerá “no se reciben bolívares”. Así
es el tamaño de la depreciación de la moneda, resultado de la devaluación
inducida por el régimen, complementada con la hiperinflación hasta alcanzar la
pobreza en la sociedad, estimulando la dependencia e inclinación de las personas
ante el totalitarismo, exterminando la condición de ciudadanos e impulsando la
del esclavo militante.
En las colas obligadas
o asumidas como válidas por los ciudadanos para adquirir productos alimenticios,
o el periplo de ir de comercio en comercio para conseguir repuestos,
medicamentos, las personas revisan el precio y de forma automática lo llevan al
valor del verde, y expresan en tono sarcástico: He aquí la verdadera guerra económica
que el régimen le impone a los habitantes.
Pero hablar verde en suelo
bolivariano no solo es en términos económicos, también pasa a ser el discurso
de las personas ante posible alzamiento militar. El régimen desbocado e
incontrolable como se encuentra deja ver esa posibilidad en redes sociales y
medios de comunicación, asumiendo la cárcel para los traidores a la patria,
forma de aleccionar a quienes pretendan levantarse en armas, utilizando la degradación
como bofetada para encauzar tal alzamiento y actuar de acuerdo a sus disparates.
A los verdes militares le dieron el derecho al voto, no a opinar sobre los
asuntos públicos, menos contra el régimen, pero si a defenderlo patria a
muerte.
Se habla verde de igual
forma cuando los ciudadanos que rechazan al régimen, observan, leen y escuchan,
que los representantes de la alternativa democrática prefieren mantener sus
diferencias antes que alcanzar acuerdos para fortalecer el cambio de gobierno.
Han olvidado algunos factores de oposición que la polarización ha fragmentado
la unidad y en consecuencia se vigoriza al régimen. No basta con decir y
reunirse para la foto de la portada, es necesario hacer sin vacilar. Sin hoja
de ruta todo se queda en simplezas y acomodos.
La ausencia de
liderazgo en la alternativa democrática tiene a varios dirigentes tratando de
cazar el momento. Cualquier fanfarronada puede ser vista como buena y tal vez
se le salga una rueda a la carreta y de ser menos se pase a ser más. En ese
escenario el oficialismo sigue su derrotero de la mediocridad, ahora con
apagones frecuentes por la desinversión en el sector, y la excusa cargada de
desprecio a los ciudadanos. Pasan los días, el régimen se atornilla en el poder,
pero, en Venezuela se habla verde.
ARTURO
MOLINA
www.jarturomolina.blogspot.com