EL AGUIJÓN
JUGAR
SIN CARTAS OCULTAS
POR: ARTURO MOLINA
La jerga política venezolana
se escribe entre líneas gruesas y grises. La letra pequeña y con colores se
está dejando a un lado por los inmediatismos, o tal vez por los egos. La
intención no es hacer juicio adelantado, de ello se encargara la historia en su
tiempo, pero los acontecimientos que se están presentando desde el 30 de abril
2019, pareciera ser reeditan acciones u errores que debieron haberse superado
como aprendizaje, cosa que parece no es así, y se persigue nuevamente
establecer dinastías políticas antes que la solución al problema de la crisis
impuesta por sistema político castrista-comunista-militarista.
El mesianismo valora a los
activistas políticos dependiendo del partido en que militan, y no aceptan
liderazgo distinto al suyo. Cualquier cantidad de bosta recorre las redes
sociales si el activo público no es de la organización que impone la moda. De
esa forma llegó al poder lo que denominan revolución, se apoyó en el voto y
luego cristalizaron alianzas con sectores internacionales ligados al
pensamiento arcaico, arbitrario y esclavista, dando cabida a mafias,
guerrillas, paramilitares, colectivos, narcotráfico. Les entregaron la
soberanía nacional, al punto que en la frontera los delincuentes se disputan el
control de ese territorio, empresas y la convivencia ciudadana. Esa jauría
enfermiza durante largos 20 años se ha aferrado a la Constitución para pedir
perdón y la violentan al sentirse fortalecidos, e imponen la tortura como
método de coacción al disidente, y el control social para la manipulación y
perpetuación en el poder.
El propósito de los factores
democráticos es salir de la dictadura castro-comunista-militarista para
restablecer el sistema de libertades; abrir los espacios de participación; vigorizar
la libertad de expresión; crear el piso jurídico para la inversión privada y
pública y coadyuvar al fortalecimiento de los partidos políticos y sus
liderazgos. Brindar lugares sólidos, seguros para el desarrollo y beneficio de
los venezolanos, sin anteponer colores partidistas. Así lo entendieron los
factores políticos que difieren del modelo dictatorial y los ciudadanos lo han
exigido permanentemente, sumándose sin reserva en esa causa liberadora. Jugar con
cartas ocultas, atrae el desánimo, desconfianza y desunión. La esperanza es que
no se sacrifique a la disidencia que son más del 85% de los venezolanos por
esos sobre saltos.
La respuesta del dictador no
se ha hecho esperar y la represión ha tomado nuevamente las calles, causando
muertes y ataques con bombas lacrimógenas, incluso dentro del recinto de
iglesia católica. La supresión a la libertad de expresión se agudiza tanto para
silenciar medios de comunicación como a los periodistas, generando la
autocensura en otros al verse desprotegidos. Decisiones amañadas se tejen en
institución de justicia como la que se anunció contra el Primer Vice Presidente
de la Asamblea Nacional, y Vicepresidente de AD, Diputado Edgar Zambrano, para
amedrentar a su militancia, alcanzando el efecto contrario, con respuesta
contundente de la dirigencia de ese partido político policlasista, democrático,
subrayando con ello, que no hace política al azar, no se deja intimidar, ni
subestima al contrario y sus métodos de lucha.
No basta entonces con gritar
Maduro vete ya. La unión es necesaria para resquebrajar el centro de
gravitación que sostiene en el poder al dictador, cada vez más débil, pero aún
en el poder. Hay que recalcar que es necesaria la organización, disciplina,
capacidad de movilización y propuesta, para avanzar en la restauración del
sistema de libertades.
Arturo Molina
@jarturoms1
jarturomolina.blogspot.com